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Los Wearables en la Salud

¿Qué es un wearable?

La tecnología vestible, o wearables, son pequeños dispositivos electrónicos que se utilizan muy cercano o en contacto con la piel con el fin de detectar, analizar y transmitir información al portador del dispositivo. El primer ejemplo que se viene a la mente de muchos es un reloj inteligente, ya sea Fitbit con sus seguidores de actividad o Apple con su reloj inteligente (Apple Watch o iWatch).

Curiosamente, la historia de la tecnología vestible comienza con los relojes. El alemán, Peter Henlein, creó el primer reloj portable en el siglo 16. Un siglo después, éste evolucionó de ser un reloj grande que se colgaba del cuello a lo que ahora conocemos como un reloj de bolsillo. No fue hasta 1904, que un aviador exploró la posibilidad de utilizar un reloj en la muñeca, que el reloj se consolidó como lo conocemos.


¿De qué maneras se puede tener un wearable?

Dependiendo en la aplicación y las características del dispositivo, los wearables se pueden encontrar en diversas formas. Estos se encuentran desde anillos que censan cambios fisiológicos hasta exoesqueletos utilizados para soportar cargas pesadas. La tecnología vestible no solo se limita al sector salud. Visores de realidad aumentada, anteojos inteligentes, relojes inteligentes e incluso prendas hidrofóbicas se consideran como tecnologías vestibles. Claro está que, para propósitos de este artículo, nos enfocaremos en aquellos que ayuden a manejar la salud.

La forma más simple y comercialmente viable de un wearable es una banda seguidora de actividad. Estas bandas miden la actividad del sujeto durante el día. Esto puede ser mediante el conteo de pasos, la lectura de la frecuencia cardiaca, gasto calórico e incluso la lectura del sueño. Evidentemente, no son dispositivos de grado clínico, son dispositivos comercialmente accesibles que fomentan la salud y actividad física en las personas. En Estados Unidos, el 75% de los usuarios de estos dispositivos aseguran que estas bandas los ayudan a estar más consientes sobre su salud.



La geriatría es un área en la medicina que está en crecimiento porque la población de adultos mayores está en crecimiento. Esta población tiene mayor riesgo de enfermedades crónicas, caídas, inhabilidades y otras condiciones adversas a la salud. Lograr proveer una intervención preventiva a este grupo de personas es importante. Si nos remontamos al día que Apple anunció la cuarta generación de su reloj inteligente, recordaremos que dedicaron tiempo de la presentación a su habilidad de detectar caídas. Agregar pequeños componentes como acelerómetros y giroscopios a un reloj pueden significar gran diferencia para estos accidentes.

El éxito relativo de estos productos y la importancia de este mercado ha propiciado la investigación y desarrollo de productos que evalúen y monitoreen la salud siendo a la vez portables y estéticos. Diferentes empresas y startups están comenzado a desarrollar monitores de presión arterial, de actividad eléctrica cardiaca, de glucosa sanguínea, de calidad de sudoración y de temperatura por mencionar algunos.



¿Por qué son exitosos los wearables?

Esta popularidad que está surgiendo por estos dispositivos se puede reducir a tres beneficios que provee la actual tecnología:

  1. Colección continua de la información

    La eficiencia en el almacenamiento de la información ha permitido recolectar información de manera continua.

  2. Acceso rápido

    La posibilidad de alertar a un diabético cuando sus niveles séricos de glucosa son inadecuados, a un cardiópata cuando su actividad cardiaca se ve comprometida o a una atleta que se está deshidratando en el instante en el que sucede puede significar una intervención adecuada para evitar un riesgo mayor.

  3. Versatilidad

    Los biosensores y microprocesadores que componen estas tecnologías vestibles pueden tomar muchas formas. Si bien, lo más común es integrado en un reloj, también puede estar en la forma de un parche en el brazo, una suela, un anillo, o una diadema. La forma que pueden tomar depende de quién lo diseñen y el propósito que quieran lograr.

Como toda tecnología emergente, esta no se encuentra sin sus adversidades:

  1. Energía

    ¿De qué sirve tener un monitor continuo de glucosa si su batería se agota a las pocas horas? Como en muchas otras tecnologías portables, una decisión importante del diseño es comprometer peso y delgadez por tamaño de batería.

  2. Interfaz de usuario

    Si el dispositivo está hecho para que el usuario lo utilice, la interfaz debe estar hecha para que cualquiera usuario pueda utilizarlo sin mayor complejidad.

  3. Privacidad

    La más importante de todas. La información de salud de los pacientes está regulada por diferentes organismos dependiendo el país. Cuando un wearable se vende como un producto tecnológico y no como un producto clínico, no tiene la necesidad de responder ante las normativas y regulaciones de la información. Esto los deja en una zona gris en cuanto a la privacidad y manejo de la información de usuario.

El crecimiento de esta tecnología puede cambiar lo que conocemos ahora como el sector salud… o puede que, como muchas tecnologías emergentes, se le acabe su popularidad. Pero si algo es cierto, es que estas tecnologías le proporcionan al consumidor el poder de monitorear e intervenir en su salud.


Referencias:

  • Motti, V.G., 2019, May. Wearable health: opportunities and challenges. In Proceedings of the 13th EAI international conference on pervasive computing technologies for healthcare (pp. 356-359).

  • Phaneuf, A., 2020. Latest Trends In Medical Monitoring Devices And Wearable Health Technology. [online] Business Insider.

  • Clara, S., 2020. How Healthcare Industry Is Changing Through Wearable Technology. [online] Medium.

  • Wu, M. and Luo, J., 2019. Wearable technology applications in healthcare: a literature review. Online Journal of Nursing Informatics23(3).

  • Steger, A., 2020. Weighing The Pros And Cons Of Wearable Health Technology. [online] Technology Solutions That Drive Healthcare.