Carbapenémicos: la última línea de defensa y su futuro frente a la resistencia bacteriana
Autor: Generado con ayuda de IA
Los carbapenémicos (imipenem, meropenem, ertapenem, doripenem y nuevas combinaciones) se consideran la opción de “rescate” para muchas infecciones graves por Gram negativos. Sin embargo, la expansión acelerada de enterobacterias productoras de carbapenemasas (CRE) obliga a innovar con formulaciones orales, inhibidores de β-lactamasa de espectro ampliado y programas estrictos de uso racional. A continuación se detallan su mecanismo, los avances clínicos más recientes y los retos que marcarán su futuro.
¿Qué son los carbapenémicos?
Derivados de la tienamicina natural, los carbapenémicos son β-lactámicos que resisten la mayoría de las β-lactamasas y se unen con gran afinidad a PBP-2/PBP-1B, provocando lisis bacteriana rápida.
¿Por qué siguen siendo críticos?
La OMS ubica a las enterobacterias resistentes a carbapenémicos, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii en su lista de patógenos “prioridad crítica”. En EE. UU., los CRE se asocian a mortalidades elevadas y, en algunos casos, a resistencia frente a todos los antibióticos disponibles. La evidencia clínica indica que imipenem, meropenem y doripenem mantienen altas tasas de curación en sepsis y neumonía asociada a ventilador, mientras que ertapenem permite terapias ambulatorias gracias a su vida media prolongada.
Perspectivas de futuro
Terapias combinadas dirigidas: β-lactámico + inhibidor + adyuvante para bloquear múltiples enzimas simultáneamente.
Formulaciones orales (tebipenem, sulopenem) que faciliten la transición a domicilio y reduzcan costos hospitalarios.
Stewardship y guías clínicas: la IDSA recomienda carbapenémicos como primera línea contra ESBL-E extraurinarias, enfatizando la desescalada temprana cuando sea posible. Estudios recientes muestran que los programas enfocados en carbapenémicos reducen su uso sin empeorar los desenlaces clínicos,
Diagnóstico rápido. Ensayos moleculares en < 1 h permiten identificar carbapenemasas y orientar la terapia, disminuyendo el uso empírico prolongado.
Incentivos regulatorios que premien la innovación y garanticen el acceso equitativo en países de ingresos medios, incluyendo compras consolidadas transparentes que eviten desabasto y favorezcan precios sostenibles (ej. modelo mexicano GEN-INT).
Los carbapenémicos siguen siendo la columna vertebral del tratamiento contra infecciones graves por Enterobacterales, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii, patógenos que la OMS coloca en la categoría “prioridad crítica” de su Lista de Patógenos Bacterianos 2024. En la práctica clínica, las tasas de mortalidad asociadas a CRE subrayan la magnitud del problema, como advierte el CDC.
La innovación farmacológica ofrece señales alentadoras: combinaciones aprobadas como meropenem-vaborbactam (Vabomere®, 2017) y imipenem-cilastatina-relebactam (Recarbrio®, 2019) restauran actividad frente a carbapenemasas KPC y OXA-48, mientras que candidatos orales como tebipenem pivoxil han demostrado no-inferioridad frente a ertapenem en cUTI en fase 3 y sulopenem avanza con formulaciones i.v./v.o. para infecciones urinarias complicadas y no complicadas. Además, nuevos inhibidores como nacubactam amplían la cobertura de meropenem frente a KPC/NDM, reforzando el arsenal terapéutico disponible.
Sin embargo, la durabilidad de estos avances dependerá de una triple estrategia: (1) diagnóstico rápido que identifique carbapenemasas en < 1 h para guiar la terapia y evitar uso empírico prolongado, (2) programas de stewardship alineados con la Guía IDSA 2024, que recomiendan reservar carbapenémicos para ESBL-E extraurinarias y desescalar tan pronto exista alternativa segura, y (3) políticas de abastecimiento transparentes – como la compra consolidada GEN-INT en México – que garanticen acceso continuo sin incentivar sobreuso. El éxito frente a la resistencia bacteriana dependerá de equilibrar estas medidas con la investigación constante de nuevas moléculas y combinaciones.
Referencias
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