Depresión en el adulto mayor

 
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La depresión es una de las principales enfermedades geriátricas debido a la disminución de la actividad de la serotonina con el envejecimiento y al incremento del número de adultos mayores que se encuentran solos y sin apoyo familiar por la transición demográfica. En todo el mundo, la depresión afecta a un 7% de la población de personas mayores en general. En México se reporta que es el trastorno afectivo más frecuente en personas mayores de 60 años, representando un 15 a 20% en la población ambulatoria y un 25 a 40% en la hospitalizada. (Salud mental en personas mayores, 2020)

La prevalencia es diferente según la población de referencia, en Estados Unidos los ancianos deprimidos parecen tener mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas y al deterioro funcional por los cambios neurológicos, hormonales e inmunológicos ocasionados. (Aguilar-Navarro y Ávila Funes, 2007)

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Pueden existir diversos factores predisponentes como problemas económicos, personalidad, genes, soledad o estrés continuo (Franco Choez, 2019). Algunas causas ya exploradas involucran la insuficiencia de ciertos neurotransmisores. La demencia y la enfermedad de Parkinson afectan el sistema nervioso central y están también relacionadas con el desarrollo de la depresión en algún momento en que la enfermedad evoluciona. (Aguilar-Navarro y Ávila Funes, 2007)

El padecimiento en el adulto mayor difiere en diferentes aspectos al que se presenta en personas más jóvenes, ya que la tristeza es uno de los síntomas menos comunes (Secretaría de Salud, 2011). Existen diversas señales para identificar dicho padecimiento como la suspensión de tratamientos médicos, menos socialización, indiferencia ante actividades que disfrutaba, carácter irritable y disminución del apetito. Las consecuencias de no atender a tiempo el trastorno pueden ser la disfunción social y familiar, la disminución de energía y en casos extremos el suicidio que presenta un alto índice en adultos mayores a 65 años en México. (Depresión en el adulto mayor, 2020)

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El tratamiento debe iniciar al momento de realizarse el diagnóstico, pretende mejorar el humor y la calidad de vida, reducir la morbilidad y mortalidad, evitar la recurrencia del trastorno, minimizar los efectos adversos farmacológicos y aumentar la funcionalidad física, mental y social. El estándar de tratamiento incluye tres intervenciones en conjunto: psicofarmacológica, psicoterapéutica y psicosocial. (Secretaría de Salud, 2011)

A pesar de la creciente conciencia pública de la depresión y una gran variedad de tratamientos sigue siendo poco reconocida, tratada y diagnosticada. Los factores de riesgo deben de ser explorados por los especialistas, interviniendo para mejorar o prevenir cuadros que pueden tener un impacto importante en el paciente. (Llanes Torres, López Sepúlveda, Vázquez Aguilar y Hernández Pérez, 2015)

 

Referencias:

  • Aguilar-Navarro, S. y Ávila Funes, J., 2007. La depresión: particularidades clínicas y consecuencias en el adulto mayor. Gaceta médica de México, [online] 143(2), pp.1-3. Disponible en: <https://www.medigraphic.com/pdfs/gaceta/gm-2007/gm072g.pdf> [Accesso 10 Octubre 2020].

  • Franco Choez, X., 2019. Depresión, Efectos En El Estado Psicológico De Un Adulto Mayor. Licenciatura. Universidad Técnica de Babahoyo.

  • IMSS. 2020. Salud mental en personas mayores. [online] Disponible en: < https://www.gob.mx/inapam/articulos/salud-mental-en-personas-mayores> [Acceso 9 Octubre 2020].

  • IMSS. 2020. Depresión En El Adulto Mayor. [online] Disponible en: <http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/preguntas-de-salud/depresion-adultomayor> [Acceso 10 Octubre 2020].

  • Llanes Torres, H., López Sepúlveda, Y., Vázquez Aguilar, J. y Hernández Pérez, R., 2015. Psychosocial factors that have an impact on depression of the elderly. Revista de Ciencias Médicas, 21(1), pp.65-71.

  • Secretaría de Salud, 2011. Diagnósticos Y Tratamiento De La Depresión En El Adulto Mayor En El Primer Nivel De Atención. México: Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud, pp.20-30.