Autora: Ximena Ramirez Lopez

Un factor esencial para mantener la calidad de vida de las personas es tener un sueño de calidad (Kwon et al., 2023). Esto se debe a que, un buen sueño ayuda a tener una recuperación más rápida tanto física como mentalmente (Durán et al., 2014). Sin embargo, existen algunas afecciones como la apnea del sueño que pueden disminuir su calidad. En estos casos, es necesario realizar un monitoreo que determine el padecimiento de manera certera (Kwon et al., 2023).

¿Por qué es importante tener una buena calidad del sueño?

Tener un buen hábito con respecto al sueño es de suma importancia para las personas sin importar la edad que tengan. Esto se debe a que, un buen patrón de sueño, tanto en calidad como en cantidad, contribuyen a la salud metabólica, cardiovascular, mental y al desarrollo. Tomando en consideración esto, la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, recomienda que en promedio los adultos duerman entre 7 y 9 horas (Ramar et al., 2021). Durante el periodo de tiempo que la persona pasa dormida se realizan las siguientes funciones (NIH, 2022):

• Sistema hormonal: durante todo el día, el cuerpo va liberando y produciendo diferentes hormonas según sea necesario. En la noche, los niños y adolescentes liberan una mayor cantidad de testosterona, estrógeno y progesterona.

• Metabolismo: si no se cumplen con las horas de sueño recomendadas, se puede tener un aumento en la producción de hormonas que controlan el hambre.

• Memoria: cuando la calidad y cantidad de sueño no son las óptimas, las personas presentan problemas para concentrarse o recordar cosas.  

Trastornos del sueño

Cuando se tiene alguna dificultad para tener un descanso adecuado, esta se le puede atribuir a algún desorden del sueño. De acuerdo con la clasificación internacional de los trastornos del sueño, estos son (Karna et al., 2023):

• Insomnio: incapacidad de conciliar el sueño.

• Apnea: la respiración se corta o es superficial como consecuencia de una obstrucción en las vías respiratorias (NIH, 2021).

• Hipersomnolencia: dificultad para permanecer despierto. Esto se le atribuye a alguna afección en el sistema nervioso central.

• Alteraciones del ritmo circadiano: por factores externos o internos, el patrón normal del sueño se altera y la persona no duerme a sus horas.

• Parasomnia: este es un conjunto de afecciones que van desde el sonambulismo hasta sufrir pesadillas durante la noche.

• Trastornos por movimientos periódicos: movimientos involuntarios que pueden ser periódicos o esporádicos que afectan la calidad del sueño.

Parches de monitoreo con aprendizaje automático

Para detectar y monitorear estos trastornos, comúnmente se hace una polisomnografía, sin embargo, es un procedimiento costoso ya que los datos únicamente son interpretados por especialistas (Cruz, 2017). Además, al ser necesario el uso de muchos sensores, estos pueden influir en el patrón del sueño por lo que los datos obtenidos pueden presentar algunas inconsistencias. Por esta razón, se ha estudiado el uso de parches flexibles que además de dar resultados comparables a los obtenidos con el método anterior, estos son casi imperceptibles por lo que los resultados son más confiables. Aunado a esto, la tecnología con la que funciona se basa en el aprendizaje continuo o machine learning por lo que puede detectar patrones y todos los datos recolectados se comparten por medio de Bluetooth a cualquier dispositivo electrónico. Para esto, únicamente se debe de colocar un parche en la frente y el otro en la barbilla. Estos dos son los dispositivos donde se encuentra el circuito que va a capturar las señales emitidas (Kwon et al., 2023).

Los trastornos del sueño son una afección que comprometen la calidad de vida de las personas ya que, al no tener un buen descanso, se pueden desarrollar otras enfermedades. Por esta razón, es de suma importancia tener un método eficaz para diagnosticarlos con certeza. Los parches para monitorear los patrones de sueño presentan una gran alternativa ya que además de ser flexibles y de fácil uso, son más accesibles que los métodos de diagnóstico anteriores. Sin duda, son una gran alternativa para identificar si se tiene algún trastorno del sueño y mejorar la calidad y cantidad de sueño de las personas.

Referencias

• Cruz, I.J. (2017) ‘Uso racional de las pruebas diagnósticas - Polisomnografía’, Form Act Pediatr Aten Prim, 10(2), pp. 92–95.

• Durán, S. et al. (2014) ‘Association of quality of life perception with sleeping patterns in Chilean older people’, Rev Med Chile, 142, pp. 1371–1376. doi:https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872014001100002.

• Karna, B., Sankari, A. and Tatikonda, G. (2023) Sleep Disorder. Treasure Island, Florida: StatPearls.

• Kwon, S. et al. (2023) ‘At-home wireless sleep monitoring patches for the clinical assessment of sleep quality and sleep apnea’, Science Advances, 9(21), pp. 1–15. doi:10.1126/sciadv.adg9671.

• NIH (2021) Apnea del sueño: Medlineplus en Español, MedlinePlus. Available at: https://medlineplus.gov/spanish/sleepapnea.html (Accessed: 28 June 2023).

• NIH (2022) Why is sleep important?, National Heart Lung and Blood Institute. Available at: https://www.nhlbi.nih.gov/health/sleep/why-sleep-important (Accessed: 28 June 2023).

• Ramar, K. et al. (2021) ‘Sleep is essential to health: An American Academy of Sleep Medicine Position statement’, Journal of Clinical Sleep Medicine, 17(10), pp. 2115–2119. doi:10.5664/jcsm.9476.