¿Qué es la estimulación magnética transcraneal?

 
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Autora: Ariel Cantoral Sánchez

La estimulación magnética transcraneal (EMT o TMS por sus siglas en inglés), es una forma de estimulación cerebral no invasiva ya que opera externamente, fuera del cuerpo, y tiene un impacto en la actividad del sistema nervioso central, al aplicar campos magnéticos en áreas específicas del cerebro (Stern, 2018).

Estimulación magnética transcraneal

Estimulación magnética transcraneal

Se basa en la colocación de una bobina aislada sobre el cuero cabelludo generando breves pulsos magnéticos, que pasan fácilmente y sin dolor, a través del cráneo. Cuando estos pulsos se administran en rápida sucesión, se denomina "TMS repetitivo" o "rTMS", que puede producir cambios más duraderos en la actividad cerebral (Mennitto, 2021).

El campo magnético tiene aproximadamente la misma fuerza que la de una resonancia magnética, por lo que la persona siente un ligero golpe o golpeteo en la cabeza mientras se administran los pulsos (NIH, 2016).

 

¿Para qué se usa la EMT?

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La estimulación magnética transcraneal suele indicarse cuando otros tratamientos “clásicos” como aquellos farmacológicos no han resultado efectivos (Mayoclinic, 2021), y a pesar de que no es un tratamiento inicial o de primera línea, la EMT se ha estudiado ampliamente en muchas disciplinas, buscando una evolución hacia nuevas terapias para los trastornos neurológicos, el manejo del dolor y la rehabilitación física, además de la psiquiatría. Existen ensayos clínicos importantes que analizan la eficacia de la EMT en afecciones como la depresión pediátrica, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo compulsivo, el abandono del hábito de fumar y el trastorno de estrés postraumático (Stern, 2018).

Originalmente, la estimulación magnética transcraneal fue aprobada por la FDA en 2008, para tratar el trastorno depresivo mayor y extendió su uso como tratamiento para el dolor asociado con ciertas migrañas, en 2013. Más recientemente, en el 2018, se aprobó la utilización de esta terapia para el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) (FDA, 2018). Por otro lado, en México, también se ha reportado su uso, ejemplo de esto es el documento de registros sanitarios de dispositivos médicos otorgados por Cofepris en 2016, donde se menciona un sistema de estimulación magnética transcraneal (Cofepris, 2016).

 

Efectos secundarios

Aunque los efectos adversos de la EMT son mínimos (Klein et al., 2015), las personas que se someten a este tipo de terapias pueden sentir molestias en el lugar de la cabeza donde se coloca el imán, así como un hormigueo o contracción en los músculos de la cara, mandíbula o cuero cabelludo. Pueden producirse dolores de cabeza leves o mareos breves. También es posible que el procedimiento pueda causar una convulsión, aunque las incidencias documentadas de esto son poco comunes (NIH, 2016). Sin embargo, debido a ello, la EMT puede no ser apropiada para personas con alto riesgo, como aquellas con epilepsia, antecedentes de traumatismo craneoencefálico u otros problemas neurológicos graves (Stern, 2018).

 

Requerimientos y contraindicaciones

Antes de que una persona se someta a este tipo de tratamiento, será necesario realizar un examen físico y posiblemente análisis de laboratorio u otras pruebas tales como una evaluación psiquiátrica con el fin de garantizar que la estimulación magnética transcraneal sea segura y una buena opción para el paciente. El procedimiento no se recomienda para algunas personas que tienen espirales y pinzas para aneurisma, dispositivos eléctricos implantados, como marcapasos o bombas de medicación, implantes cocleares para la audición, etc. (Mayoclinic, 2021).

 

Nota: La información previa solamente provee guías generales y no sustituye las recomendaciones de su médico.

 

Referencias