Antibióticos de origen marino

 

Autora: Ariel Cantoral Sánchez

La resistencia a los antibióticos se produce cuando bacterias patógenas, mutan en respuesta al uso de estos fármacos por lo que pueden causar infecciones más difíciles o imposibles de tratar en comparación a aquellas causadas por bacterias no resistentes. El uso indebido y excesivo de los antibióticos es el principal factor que determina la aparición de bacterias resistentes a los fármacos, por lo que esto representa una amenaza para la salud mundial (WHO, 2020).

 

Nuevas opciones

Ante esta necesidad, ha sido necesario identificar y desarrollar agentes nuevos y eficaces para tratar infecciones de cepas farmacorresistentes. Debido a que los océanos comprenden el 70% de la superficie de la Tierra y su diversidad filogenética es considerablemente mayor que la del medio terrestre, algunos microorganismos y compuestos bioactivos de este origen han sido de gran interés para el área farmacéutica y biotecnológica (Srinivasan et al., 2021).

 

Bacterias depredadoras

Un ejemplo importante de ello son las bacterias depredadoras BALOs (Bdellovibrio y organismos similares) las cuales se consideran “antibióticos vivos”, porque son bacterias que no causan daño a los humanos pero que se alimentan selectivamente de una amplia gama de bacterias Gram negativas, incluidos los patógenos humanos resistentes a múltiples fármacos.  Sin embargo, en la actualidad, el principal obstáculo para poner en práctica esta idea a nivel de tratamiento clínico es la falta de conocimientos suficientes sobre la ecología de las bacterias depredadoras (Cortés, 2019) (Bratanis et al., 2020).

 

Compuestos marinos

Recientemente se han desarrollado unos pocos medicamentos con base en productos naturales marinos clínicamente aprobados por la FDA y EMEA para el tratamiento de diferentes formas de carcinoma, dolor, enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades médicas actuales, sin embargo, el tema de los antibióticos de origen marino sigue representando un área de oportunidad, ya que no se tiene registro de alguno a nivel comercial (Ghareeb et al., 2020) (Malve, 2016). Algunos compuestos con actividad antimicrobiana para bacterias patógenas, extraídos de organismos provenientes del mar, y que representan un potencial para la industria farmacéutica se muestran en la siguiente tabla (Ghareeb et al., 2020).

Referencias