Síndrome de ojo seco

 

Autora: Ximena Ramírez López

El síndrome de ojo seco (SOS) se clasifica como una enfermedad multifactorial de la córnea ya que se puede desarrollar por una mezcla de diferentes factores como lo es la contaminación del medio ambiente, factores genéticos, enfermedades específicas de cada persona y el uso de otros dispositivos como lo son los lentes de contacto. Si no se recibe el tratamiento adecuado, se puede sufrir daño en la córnea (Mendoza & Fortoul, 2021).

¿Qué es el síndrome de ojo seco?

En la córnea, existe una estructura conocida como película lagrimal que se compone de tres capas. La primera se forma por lípidos producidos en las glándulas de meibomio. La segunda, está compuesta por agua y aquí es donde se producen las lágrimas, su estabilidad depende de la última capa ya que esta se encarga de lubricarla (Golden et al., 2022). Cuando alguna no funciona de manera adecuada, representa un problema ya que, al no tener suficiente humectación, se irrita el ojo y puede causar problemas de visión (NIH, 2022). Esta patología se puede presentar de dos maneras (Golden et al., 2022):

  • Deficiencia de lágrimas: algunas de las razones por las que se puede dar esto es la inflamación del ojo, mal funcionamiento u obstrucción de la glándula lagrimal y el uso de algunos medicamentos como lo son los antihistamínicos, diuréticos y bloqueadores de tipo beta.

  • Evaporación de lágrimas: en este caso, existe una mayor evaporación en la película lagrimal, aunque la cantidad de lágrimas que se producen son las mismas. Principalmente, esto es ocasionado por un mal funcionamiento de las glándulas de meibomio.  

Tratamientos actuales para el síndrome de ojo seco

El SOS se puede dar por la deficiencia o evaporación de lágrimas, aunque, en algunos casos, puede ser una combinación de ambos y se puede manifestar de forma leve, media o severa (Rouen & White, 2018). Dependiendo de esto, es el tratamiento que se recomienda, los más comunes son (Mendoza & Fortoul, 2021):

  • Lágrimas artificiales: el objetivo es mantener humectado el ojo y de esta manera, reducir los síntomas asociados al SOS.

  • Compresas: se calientan y se colocan en los ojos para abrir los ductos y así, aumentar la producción de lágrimas.

  • Antibióticos: se administra tetraciclina, minociclina y doxiciclina con el objetivo de disminuir la inflamación de las glándulas de meibomio y mejorar su función.

Implementación de lentes de contacto como nuevo tratamiento

Las personas que usan de manera regular lentes de contacto, son más propensas a desarrollar SOS ya que al estar en contacto cercano con la córnea, se bloquea de manera parcial la entrada de oxígeno. Asimismo, la sequedad se puede dar ya que el lente de contacto para mantenerse humectado absorbe las lágrimas producidas (Laguna Eyes Dry Eye Center, 2022).

Por esta razón, ingenieros del Instituto Terasaki de Innovación Biomédica (TIBI), desarrollaron unos lentes de contacto con la capacidad de prevenir el desarrollo del SOS. Estos están diseñados con microcanales para que las lágrimas puedan humectar todo el ojo y evitar que se seque. A diferencia de otros lentes que se han desarrollado a lo largo de los años, lo único que estos requieren para que el ojo se humecte de manera uniforme, es la aplicación de una ligera presión que puede ser conseguida con el parpadeo normal de la persona (Terasaki Institute for Biomedical Innovation, 2023).

El SOS al ser una enfermedad multifactorial, se desarrolla por varios factores y, en consecuencia, el tratamiento es diferente para cada persona. Sin embargo, uno de los factores con más influencia en su progresión es el uso prolongado de lentes de contacto. Por esta razón, los lentes creados por ingenieros del TIBI son una solución innovadora y novedosa que pueden ayudar a disminuir o retrasar su desarrollo.

Referencias