Edulcorantes artificiales y su impacto en la salud

 
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Autora: Ariel Cantoral Sánchez

La percepción que se tiene de los sabores en los alimentos se debe a un proceso sensorial relacionado con las modalidades olfativa y gustativa mediante una sensación unitaria que parece surgir del interior de la boca (Fondberg, 2021). Las papilas gustativas que perciben dichos sabores son grupos de células especializadas receptoras del gusto, rodeadas de terminaciones nerviosas que se encuentran en varios lugares de la cavidad oral, incluida la lengua, el paladar, la faringe y la epiglotis (Daly et al., 2012).

Sabor dulce y azúcar

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Si bien, existen diferentes tipos de sabores, uno de los básicos y favoritos del humano, es el sabor dulce, por ello ha sido estudiado en gran medida y se ha reportado que incluso los bebés lo detectan y disfrutan desde que están en el útero (Valentová y Panovská, 2003). Aunque dicho sabor puede estar presente en cientos de compuestos, el estándar de referencia sensorial para éste es la sacarosa, comúnmente conocida como azúcar (Valentová y Panovská, 2003), la cual se caracteriza por ser una sustancia cristalina perteneciente al grupo químico de los hidratos de carbono, que se obtiene de la caña dulce, de la remolacha y de otros vegetales (ASALE y RAE, 2020).

Aunque el cuerpo humano requiere un tipo de azúcar llamada glucosa para sobrevivir ya que esta es el alimento número uno para el cerebro, y es una fuente extremadamente importante de energía para que el organismo realice sus funciones (NIH, 2015), algunas personas pueden llegar a tener dificultades para controlar la cantidad de ingesta de alimentos con alto contenido de azúcar cuando se exponen continuamente a ellos (Ahmed, Guillem y Vandaele, 2013), además el acostumbrarse a comer todo con un sabor dulce muy marcado, dificulta que las personas puedan disfrutar de ingerir alimentos sin azúcares añadidos.

Edulcorantes artificiales

Ante esta necesidad de seguir obteniendo sabores dulces al consumir diferentes productos, surgió sobre todo en la industria alimentaria, de bebidas y confitería, el uso de sustitutos de azúcar tales como los edulcorantes artificiales, los cuales son fabricados o procesados químicamente y su principal característica es que son bajos o nulos en calorías, así como también el hecho de que aportan mayor dulzor que el azúcar, por lo que se pueden usar en menor cantidad para obtener el mismo resultado (CONADESUCA, 2017).

Algunos de los edulcorantes artificiales más usados y los cuales están aprobados por la FDA, se muestran en la siguiente tabla, en donde se presenta información relevante acerca de los mismos (FDA, 2018). En nuestro país, las Normas Oficiales Mexicanas que regulan el uso de dichos edulcorantes en alimentos y bebidas son la NOM-086-SSA1-1994 (SALUD, 1996) y la NOM-218-SSA1-2011 (DOF, 2011).

Tabla: Edulcorantes comunes

Tabla: Edulcorantes comunes

Impacto en la salud

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En países como Estados Unidos, la ley exige que la FDA revise la seguridad de todos los nuevos aditivos alimentarios antes de que puedan salir al mercado, lo cual incluye también a los edulcorantes artificiales. Se hacen estudios en animales y humanos para identificar posibles efectos tóxicos (dañinos), considerando los efectos sobre los sistemas inmunológico, reproductivo, de desarrollo y nervioso (FDA, 2014). A pesar de ello, existen muchas controversias acerca del consumo de edulcorantes artificiales, ya que se han presentado estudios que los relacionan con diversos problemas de salud, como el cáncer. Esto se debe en gran medida a estudios que datan de la década de 1970 y, que en su momento, relacionaron al edulcorante artificial sacarina con el cáncer de vejiga en ratas de laboratorio, sin embargo, otros estudios confirman que los edulcorantes artificiales generalmente son seguros en cantidades limitadas y específicas, incluso para las mujeres embarazadas (Mayo Clinic, 2021). Independientemente de esto, se recomienda seguir una dieta balanceada de la mano de un profesional de la salud, promoviendo un consumo consciente y controlado de cualquier tipo de producto edulcorante, ya que los excesos pueden ser perjudiciales para el organismo.

 

Nota: La información previa solamente provee guías generales y no sustituye las recomendaciones de su médico.

Referencias